lunes, 22 de octubre de 2012

El calor solar como arma para frenar la psoriasis

El servicio de Dermatología de Son Espases trata a más de sesenta pacientes cada mes de diferentes patologías cutáneas

I. OLAIZOLA. PALMA La psoriasis, esa enfermedad inflamatoria crónica de la piel que produce unas antiestéticas lesiones escamosas engrosadas e inflamadas, cuenta con un serio oponente en la unidad de Fototerapia del servicio de Dermatología de Son Espases, un departamento que tiene a su disposición la más moderna maquinaria para tratar cada mes a más de sesenta personas afectadas por ésta u otras enfermedades de tipo cutáneo. Unas máquinas que simulan y controlan con precisión la cantidad de radiación solar que hay que dosificar en las zonas afectadas para frenar su expansión.
El coordinador de la unidad de Fototerapia, el doctor Joan Escalas, explica que esta técnica se usa para contrarrestar la psoriasis, una enfermedad que afecta a un considerable número de Balears, entre veinte mil y cincuenta mil personas, según estiman los especialistas en este desarreglo cutáneo, pero también para tratar otras enfermedades de la piel.
"Se emplea también en las primeras fases de los linfomas cutáneos, el vitíligo (aquella afección que se caracteriza por la aparición de manchas blancas producto de una despigmentación), la dermatitis atópica (eczemas generalizados por el cuero cabelludo, la cara y el torso) y en otras patologías cutáneas", enumera el doctor.
Joan Escalas se ufana de que la unidad de Fototerapia, creada en el año 2000, ya ha tratado a más de quinientos pacientes con psoriasis "en primera visita", recalca para poner de relieve que las personas afectadas por esta enfermedad requieren de consultas asiduas al departamento.
"La psoriasis es una enfermedad crónica que puede remitir durante unos meses y volver a manifestarse con virulencia después", recuerda este profesional, que añade que el origen de este desarreglo cutáneo es inmunológico. "Hoy en día, aparte de la fototerapia, la eficacia terapéutica de los medicamentos biológicos han revolucionado esta enfermedad", revela el doctor Escalas.
La unidad de Fototerapia cuenta con un Saalmann Multitester, un aparato diagnóstico que no sólo hoy en día no tienen todos los hospitales punteros del país, sino que en el momento en que fue adquirido para Son Dureta, en 2004, la sanidad pública balear era la única que disponía de él.
Enfermedades fotosensibles
"Se trata de un aparato, el único existente hoy en día en el archipiélago, que reproduce la luz solar y sirve para diagnosticar enfermedades fotosensibles. Es efectivo para, por ejemplo, tratar a ese paciente que llega a tu consulta y te refiere que, cuando va a la playa, a los diez minutos de estar expuesto al sol solar le salen unas ronchas", explica el responsable de la unidad.
Entre las técnicas que se usan en el departamento, el doctor Escalas habla del método PUVA para tratar las lesiones cutáneas más profundas. En esta técnica, el paciente ha de ingerir unas pastillas llamadas psoralenos dos horas antes de someterse a la exposición de rayos ultravioleta de tipo A. "El único pero de este tratamiento es que el paciente que se somete a él ha de llevar gafas de sol las 24 horas siguientes de haber recibido la radiación. Uno de los efectos secundarios del psoraleno es que los ojos sean más sensibles a la luz solar, por lo que es necesario que el paciente use gafas de sol para evitar dañarse la vista", acota el doctor Escalas.
Existe tanbién un tratamiento PUVA tópico en la que el psoraleno se administra en forma de crema veinte minutos antes de que el paciente se exponga a la fototerapia. Se suele usar para lesiones de psoriasis y eczemas localizadas en la palma y dorso de manos y pies.
Para tratar las lesiones cutáneas más superficiales, como las psoriasis en sus fases iniciales, se usa la técnica de rayos ultravioleta B de banda estrecha en la que el paciente se somete a la radiación durante no más de quince minutos.
Otras dos técnicas usadas en la unidad de Fototerapia del hospital de referencia, unidad también de referencia en la comunidad –"tan sólo los hospitales de Son Llàtzer y de Manacor disponen de una cabina terapéutica para tratar afecciones más extendidas", matiza el especialista de Son Espases–, son la del foto parche y la del fototest. La primera de ellas permite descubrir qué cremas, en contacto con el sol, pueden llegar a producir eczemas o algún tipo de alergia cutánea.
En cuanto a la segunda, posibilita la reproducción de forma localizada de las lesiones solares para estudiarlas y concretar el diagnóstico para trabajar en la curación. "Nos permite saber la mínima dosis de sol capaz de producir un eritema (enrojecimiento de la piel debido a procesos inflamatorios o inmunológicos) en el paciente", apunta Escalas.
Todos los tratamientos descritos en este reportaje no suelen provocar indeseables efectos secundarios, son relativamente rápidos y se pueden aplicar a todo tipo de pacientes mayores de catorce años siempre y cuando no estén tomando algún tipo de medicación incompatible con la radiación solar, como los diuréticos.

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